Argentina: las marcas que la pandemia de coronavirus está dejando en las ciudades del país

La pandemia de coronavirus está dejando marcas en el urbanismo de las ciudades argentinas: arcos desinfectantes para vehículos en los ingresos, calles señalizadas para mantener la distancia social, veredas delimitadas para que la gente no se amontone, autocines y autocircos, igualmente señalizados.

En Buenos Aires, la Secretaría de Espacios Públicos de la capital bonaerense inició un plan integral para promover el uso de la bicicleta como medio de transporte seguro ante la pandemia, que contempla la demarcación en calles de La Plata para propiciar la circulación garantizando el distanciamiento recomendado.

Por su parte, ante la reapertura administrada de comercios minoristas en Mar del Plata, personal del Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado realizó una señalización en las veredas de la ciudad para indicar la distancia que deben tener los peatones entre sí mientras circulan o hacen fila para ser atendidos.

Las municipalidades de General Pueyrredón y Bahía Blanca dispusieron medidas similares, para ensanchar el espacio de circulación peatonal. "El objetivo es permitir que los peatones puedan circular respetando el distanciamiento social en la vía pública y por ello se pintaron sobre ambas manos de la calle; un carril con pintura amarilla y se colocaron conos tipo bastón", señalaron desde la Secretaría de Movilidad Urbana y Espacios Públicos.

La municipalidad del partido de La Costa, en tanto, realiza desde principios de mayo un operativo de desinfección de camiones que ingresan al distrito.

"Los procedimientos se llevan adelante en la rotonda de San Clemente del Tuyú, en el acceso norte del distrito donde llegan camiones y vehículos con mercadería y productos desde Buenos Aires, La Plata, entre otras ciudades", dijo a Télam el intendente del partido de La Costa Cristian Cardozo. "Se realiza el mismo procedimiento en Nueva Atlantis, donde llega la mercadería proveniente de Mar del Plata, Pinamar, General Madariaga y Villa Gesell, entre otras ciudades vecinas", finalizó.

Más al norte del país, en la mayoría de las ciudades de Santiago del Estero se observan cambios en la fisionomía urbana, ya que las calles se convirtieron en peatonales, las veredas marcadas con cintas cada 2 metros, especialmente en la zona de los bancos, sillas en plena calle y arcos sanitizantes.

Estos son habitáculos para desinfección que poseen un sensor de movimiento en su interior que, al detectar la presencia de una persona, activa un sistema de aspersores con líquidos desinfectantes, preparados a base de alcohol diluido, que permiten desinfectar y sanitizar no solo vehículos sino también la ropa y calzado. Los remiseros adaptaron sus vehículos, colocándoles una "división" entre el conductor y el pasajero para evitar cualquier contacto.

Por su parte, en los puentes que dividen la provincia de Neuquén con la de Río Negro fueron instalados arcos sanitarios, mientras que las veredas neuquinas están marcadas para garantizar la distancia y la municipalidad informó que presentará un plan de bicicalles y bicisendas para alentar el uso de la bicicleta. También se está analizando la peatonalización parcial en algunas calles de la ciudad.

En Jujuy, la ciudad de Libertador General San Martín es la única en la provincia que instaló arcos en sus accesos norte y sur. El dispositivo funciona durante todo el día y se prende automáticamente cuando el vehículo toma ubicación.

Además, las veredas de San Salvador de Jujuy fueron marcadas con pinturas o adhesivos, en sectores linderos a los bancos se colocaron vallas para ampliar el ancho de las veredas, en especial aquellas que apenas superan el metro por el diseño urbanístico de la época colonial. En los días de mayor circulación, la policía corta el tránsito en varias esquinas para que la gente pueda desplazarse a mayor distancia.

También en San Luis se instaló un arco desinfectante en una de las entradas a la ciudad, en el Puente Blanco. Por otro lado, en Villa de Merlo se realizó a mediados en mayo la primera función de auto-circo del "Circo XXI".

"Tenemos el alma llena", dijo Fabián López, encargado de la compañía. "Fue una forma de devolución y agradecimiento al pueblo de Merlo", que los asistió durante la cuarentena, luego de quedar varados.

"En lugar de aplausos, escuchamos bocinazos, vimos los guiños de los autos, el movimiento de los parabrisas, las manos de los niños por las ventanas y el revoleo de camperas en los techos de los autos, un marco no imaginado y que nos dio mucha felicidad", relató López.

De forma análoga, en las localidades mendocinas de Guaymallén, Junín de los Andres, Malargüe y El Challao evalúan abrir autocines.

El intendente de Junín, Héctor Ruiz, comentó que ya presentó un protocolo para abrir uno sobre la ruta 60. "Se está gestionando la posibilidad de colocar un autocine en el predio del Polideportivo", declaró a Télam el director de Turismo de Malargüe, Marcelo Rivarola.

En el estadio cubierto "Superdomo", en La Rioja, también se inauguró un autocine. "Con el gobernador Quintela pensamos que podría ser una buena idea para que la comunidad riojana tenga un espacio de entretenimiento que además fuera seguro y responsable por la pandemia", comentó Yamil Menem, a cargo de la Agencia de Espacios Públicos y Eventos provincial.

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