La iniciativa, de índole preventiva, apunta a garantizar la seguridad de quienes transitan por las veredas piquenses y buscará advertir a las y los propietarios cuyos frentes se hallen en estado de deterioro o abandono.
En esta línea, inspectores de la Dirección de Obras Particulares recorrerán el microcentro para controlar mampostería, balcones, cornisas, ornamentación, revoques, aleros y rejas. Eventualmente, la medida se extenderá a todo el barrio centro y luego a otros sectores de la localidad.
Estas acciones se enmarcan dentro del Artículo 124 del Código de Edificación que expresa que “todo propietario está obligado a conservar cualquier parte del edificio en perfecto estado de solidez, higiene y buen aspecto, a fin de que no pueda comprometer la seguridad, salubridad y estética”.