Vive en Eduardo Castex.

18/10/2019 11:00
fuente: Diario Textual

 

Cristina Fernández lució en el acto del Día de la Lealtad un poncho ranquel. Fue un regalo del gobernador Carlos Verna. “Lo hizo Elvira”, dijo CFK.

¿Quién es la artesana? Elvira Toledano, una hiladora y tejedora de 63 años que vive en la localidad de Eduardo Castex.

Elvira nació en San Rafael, Mendoza. Tuvo una infancia de pobreza y sacrificio. “Viví siempre trabajando de chica en las fincas”, cuenta.

Eran ocho hermanos. “Cuando tenía unos 10 o 12 años, mi mamá se separó de mi papá y nos vinimos para Castex”, le contó Elvira a los colegas de Diario Textual.

En la zona de Castex se crió en el monte de caldén. “Trabajamos en la hachada, con mi padrastro. Siempre ayudando de chiquitos”, cuenta.

Aquí se casó y tuvo tres hijos. “Son Paula, de 42 años; Carina, de 41; y Cristian, de 40”, enumera.

Hace unos 25 años comenzó a estudiar hilado y tejido, de la mano de Raimunda Cabral, una descendiente ranquel y conocida artesana pampeana.

“Me enseño Raimunda, que vive en Castex. Daba un curso en la parroquia vieja. Hace unos 25 años que empecé hilado y me gustó. Luego aprendí a tejer y comencé, incluso, a dar clases en varios pueblos”, relata.

“Para hilar la lana, uso la rueca o el huso. Luego, ya para tejer, armó el telar, que son cuatro palos”, sostiene. También tiñe con productos naturales. “Yo hago los preparados. Con jarilla, piquillín y con cáscara de cebolla. Con cebolla me gusta mucho. Queda un color muy lindo, tostado”, sostiene.

Ayer estaba mirando, por televisión, el acto del Día de la Lealtad. “Cuando Cristina subió (al escenario), yo me di cuenta enseguida que ese poncho lo había hecho yo. ‘Ese poncho es mío’, le dije a mi marido”, asegura.

Este poncho le demandó unos 2 meses y medio de trabajo. “Yo lo vendí hace alrededor de dos meses al Mercado Artesanal de La Pampa. Me llevó dos meses o dos meses y pico, metiéndole 8 horas por día. Lo que más trabajo da es el hilado fino de la lana de oveja”, explica. “En este caso, no tiene ninguna tintura. Es de color natural de la lana de oveja. Color marfil, le dicen”, agrega.

Un poncho similar tiene un costo de unos 15 mil pesos. “Lleva mucho trabajo y es difícil venderlo”, explica.

Me gustó que haya tenido el gesto de ponerse el poncho que le regalaron. Podría haberlo guardado, pero lo lució. Pero además me gustó cómo lo combinó con zapatos que están al tono. Incluso con el sweater”, dice. “La verdad que es un honor que haya usado un poncho creado por mis manos”, finaliza.


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