Por la segunda fecha del Rugby Championship, Sudáfrica se recuperó tras la derrota en el debut y derrotó a Australia por 30-22 en un encuentro de gran intensidad.
Los Springboks mostraron solidez en los momentos clave y supieron aprovechar las fallas de su rival, mientras que los Wallabies, pese a su despliegue y ambición ofensiva, no lograron sostener el ritmo hasta el final.
El inicio tuvo a Handré Pollard como protagonista, sumando seis puntos rápidos desde el pie. Sin embargo, Australia sorprendió con un try de Corey Toole en su debut absoluto, luego de una jugada ingeniosa de Nic White.
La reacción sudafricana fue inmediata: un preciso kick de Pollard encontró a Canan Moodie, que apoyó para devolverle la ventaja a los locales. El partido ya mostraba el ida y vuelta que lo marcaría de principio a fin.
Los Wallabies tuvieron oportunidades claras en el primer tiempo, especialmente tras penales a su favor que eligieron jugar al line-out, pero fallaron en la obtención.
En cambio, Sudáfrica fue más efectivo y a través de Kwagga Smith amplió diferencias con un try que dejó el marcador 20-7. Antes del descanso, James O’Connor descontó con un penal para achicar a 20-10 e irse al entretiempo con la ilusión intacta.
En el complemento, Australia volvió a golpear con un try de Max Jorgensen tras un error defensivo sudafricano, y más tarde, Brandon Paenga-Amosa apoyó tras un line bien ejecutado.
El partido se puso 23-22 y la visita soñaba con dar la sorpresa en terreno ajeno, aunque la conversión fallida de O’Connor impidió la remontada total.
Cuando el desenlace parecía abierto, un error no forzado de Andrew Kellaway derivó en un scrum clave para los Springboks en campo rival. Con paciencia y potencia, los forwards avanzaron hasta que Eben Etzebeth concretó el try decisivo que cerró el marcador en 30-22.
De esta manera, Sudáfrica sumó una victoria crucial que le devuelve confianza en el torneo, mientras que Australia volvió a mostrar signos de crecimiento pero sin poder coronarlo en el resultado.