Se trata de Gonzalo Ghiglione. El día martes, la Policía llegó a un negocio de la calle Salta al 300. Allí hay un kiosco y funciona una subagencia de Quiniela Pampeana.
Precisamente la advertencia por la situación, la dio cerca de las 15 horas el quinielero José Scarpello (titular de la habilitación de agencia con la que funcionaba la subagencia en el kiosco de la calle Salta) quien llegó al lugar ante la falta de respuesta de Ghiglione. Ante la situación y la sospecha de que algo podía haber pasado, convocó a la fuerza policial.
Además las llaves (con el local cerrado) estaban colocadas del lado de adentro. Los uniformados llamaron al celular de Ghiglione. Y escuchaban el sonido de los llamados. Por eso forzaron la puerta del lugar.
Ghiglione estaba tirado en el piso. No podía hablar y tenía dificultades para respirar. El personal policial realizó los primeros auxilios (con RCP incluido) y tareas de reanimación. El hombre fue trasladado al Hospital René Favaloro y cerca de las 16.30 horas los profesionales a cargo comunicaron su muerte.
La autopsia determinó que presentaba presencia de monóxido, junto a otras enfermedades prevalentes lo que provocó su fallecimiento.